18 - SEXUALIDAD DE LA PERRA
En el caso de las perras, ocurre que su comportamiento no coincide tan plenamente con el de la hembra humana. Algunos aseguran que esta disonancia nace de la total ignorancia que tiene el mundo científico sobre el comportamiento, no digamos ya de la lógica, de la mujer humana. A falta de nuevos y reveladores estudios sobre el particular, deberemos centrarnos en lo que conocemos. Sabemos perfectamente que la perra se pone en celo, receptiva para copular con los machos, dos veces al año. Esto es: ovula cada seis meses durante una temporada de quince a veinte días. La hembra humana ovula cada mes; durante cinco días o más, eso depende. Al contrario que la hembra humana, la perra intenta por todos los medios satisfacer sus instintos sexuales y lo hará con el primer macho que se cruce en su camino. Si ha tenido una perra, sabrá a lo que me estoy refiriendo. Incomprensiblemente, la hembra humana sustituye estos instintos por un buen dolor de cabeza, un cabreo de tres pares de narices y una indiferencia, mezclada con sana repulsión, hacia el sexo contrario. La teoría de que la monogamia no da más que dolores de cabeza, nunca ha llegado a ser demostrada en su totalidad, así que atribuiremos todos esos síntomas femeninos a la regla, que es el parecer cinético más aceptado y seguiremos adelante. El periodo en el que la perra es receptiva para el macho ocurre a los nueve días de llegado el celo; el de la hembra humana no se sabe nunca. La hipótesis, muy discutida, de que la utilización del lenguaje desvirtúa la dura realidad de los instintos biológicos, sumiendo a la hembra humana en un marasmo de contradicciones inexplicables, tampoco ha sido bien acogida por la comunidad científica. Que la perra echa sangre y le pondrá la casa salpicada por todas partes, ya lo habrá supuesto. Precisamente eso es el celo: la vulva se incha y sangra, la perra orina con gran frecuencia, se muestra inquieta, precisa mimos e incluso sufre descomposiciones. Al contrario que las hembras humanas, no existen compresas para perras. Deberá afrontar estos ciclos de alegre suco sexual con paciencia y sentido del humor. Y a menos que le vaya la zoofilia: nunca con sentido del amor. Y bien, esto es todo lo que la ciencia a conseguido averiguar sobre el metabolismo sexual de su querida perrita. El de la mujer continúa siendo una incógnita. Vayamos al cortejo.
7 Comments:
Me han gustado mucho todos los capítulos, unos más que otros, claro !!! ... jejeje
Gracias por compartirlos.
Difiero con lo de las compresas, con un poco de ingenio, unas bragas y unas tijeras, se puede hacer un vergonzante pero útil apaño, al menos para casa.
Muchos me van a decir asta de lo q me voy a morir pero quisiera preguntar tú q conoces tanto de perros y perras mira yo soy zoo ahorita estoy con una bella pitbull q la amo más q a nada y la berdad siento q eya también ami no es solo sexo yo vivo muy feliz con eya y ago lo posible x q eya lo sea. Pregunto esto x q en si ella me busco eya me eligió desde cachorra la quise mucho y cuando entró en celo le lleve varios perros de buenas criansa y con ninguno se dejó y a mí me busco ella sola repito yo la amo nunca fui tan feliz con una mujer como soy con eya pero quisiera saber x q yo
Hola soy Antonio como iciste para desvirgarla soy zoofilico como es esarraza en el xexo
Hola amigos zoofilicos felicidades a todos kerrazas son las mejores para foyar
Hola habrán amigos zoofilicos en san salvador
Yo acaban de regalar una hembra usky blanca muy dosil y hermosa la verdad nunca he tenido sexo con perras pero si quiero poco eso conseguí una perra y pues está se me dió apenas en la noche salí a acomodar mi coche y me quedé esperando la Vi y me exito tanto que me puse de rodillas y empeze a tocarla y a ponerle mi pene en su vagina de echo se le ve deliciosa cuando camina la expo e bien rico me urge cogermela pero no sé cómo se si ella me acepta o me agreda si no le gusta si alguien me pudiera decir como empezar se los agradecería
Publicar un comentario
<< Home